Así es, mientras duermes puedes quemar calorías. Sólo pongamos las cosas en claro, aunque siempre quemarás algunas de ellas durante la noche, esto dependerá de tu calidad de descanso y qué tanto pones en práctica la higiene del sueño para que sea efectivo.
Para quemar calorías, aunque sea durmiendo, debes también reunir algunos requisitos, o sea, tener una buena rutina de sueño. Comprender cómo nuestro cuerpo puede quemar calorías mientras dormirmos también nos ayuda a mantener un peso equilibrado.
Nuestro cuerpo aprovecha el momento de descaso para reparar daños a nivel celular, recuperarse de la actividad del día y regenerarse y este esfuerzo tiene un gasto calórico.
La fase REM es el momento en el que el organismo lleva a cabo esta actividad; en esta fase nuestro cerebro está más activo y por lo tanto, quema más glucosa. Aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca, muy parecido a lo que sucede cuando hacemos ejercicio.
Como este gasto energético es más intenso en las fases del sueño más profundas y se repite varias veces en la noche, entre mejor duermas y sea el tiempo ideal, tu cuerpo podrá quemar más calorías.
Pero ojo: no quiere decir que tengas que aumentar las horas de sueño, ya que con esto el metabolismo se hace más lento, el cuerpo empieza a guardar energía disminuyendo sus funciones y se deja de gastar energía.
La edad, el peso, la calidad y cantidad de sueño, entre otros factores, son determinantes sobre las calorías que se queman.
Las personas con metabolismo alto y mayor masa muscular son quienes queman más calorías durante el sueño.
Es decir, entre más peso tengas y más horas duermas, más calorías quemas. Sin embargo, no quiere decir que la mayoría de las calorías se gasten en este period.
De acuerdo a la Sleep Foundation, una persona que pesa 57 kg, puede quemar 38 calorías por hora de sueño. Si duerme 8 horas, esto repreenta 304 calorías por noche.
La cena también es determinante para quemar calorías durante el sueño; un estudio indica que quieres comen poca fibra y más grasa, tienen sueño ligero y despiertan más veces en la noche. Esta calidad de sueño puede impedir la fase REM y, por lo tanto, disminuir la quema de calorías.
Otro estudio también demostró que si cenas tarde, tu cuerpo tampoco será capaz de quemar las calorías suficientes, pero además, tu glucosa estará más elevada.
Por eso, cenar temprano, dormir 8 horas y tener buenas rutinas diurnas y nocturnas son indispensables para que el cuerpo funcione correctamente y tus objetivos en peso y hábitos sean llevados a cabo.
