Dormir bien es importante en todas las etapas de la vida. ¿Qué papel juegan la alimentación y el ciclo del sueño en la salud mental? Encontrar las formas de mejorar el sueño de las personas mayores podría ser crucial para ayudarlas a mantener una buena salud mental.

El tipo de alimentos y su forma de consumirlos es de suma importancia a la hora de realizar actividad física, de evitar ciertas enfermedades o incluso el insomnio. Asimismo, a estas alturas son pocos los que discuten lo saludable que es estar en movimiento —habrán escuchado la típica frase: ¡se lo pasaba entrenando y al final murió muy joven!—. El hecho de realizar actividad física moderada o incluso intensa, para los más avanzados, y en forma regular es un medicamento natural con capacidad de otorgarnos una mayor salud, en su más amplia expresión. ¿Qué papel juegan la alimentación y el ciclo del sueño en la salud mental?

Realizar una rutina física con regularidad (entre 30 a 60 minutos diarios y durante 5 días) nos otorga aristas saludables que ya mencionamos en el artículo publicado en Mundiario: Alimentos recomendados antes del entrenamiento Dentro de todos los beneficios de movernos mencioné, por ejemplo, que corrige el mal humor y el insomnio, así como que los alimentos son nuestra fuente de energía y, como tal, son esenciales antes de iniciar con una rutina.
¿Qué papel juegan la alimentación y el ciclo del sueño en la salud mental?
No obstante, debemos seleccionar aquellos que nuestro cuerpo metabolice más rápido y así nos otorgue una sensación de bienestar al momento de la práctica deportiva y no nos lleve a desistir; aunque, a la vez, es vital elegir los horarios de nuestra alimentación para no caer en el insomnio, un trastorno muy frecuente en el que se tiene dificultad para iniciar y/o mantener el ciclo del sueño, el que termina por no ser de buena calidad.

 

Cómo una dieta y un sueño saludables pueden mejorar la salud mental

Para los expertos de la Universidad de Cambridge “dormir bien, por la noche, es importante en todas las etapas de la vida, particularmente a medida que envejecemos. Encontrar formas de mejorar el sueño de las personas mayores podría ser crucial para ayudarlas a mantener una buena salud mental. Y así evitar el deterioro cognitivo, en particular para los pacientes con trastornos psiquiátricos y demencias”.

En la búsqueda de esas formas para lograr mejorar el sueño es que voy a citar una investigación del Instituto de Ciencia y Tecnología Avanzada de Japón en la que se evaluó los padecimientos en el sueño de 683 participantes, entre los 40 y los 64 años,  a la que le voy a sumar mi propia experiencia observacional: en la que durante más de 15 años realice actividad física, por momentos de forma moderada hasta llegar a ser intensa, junto a los resultados del MODFARyEA, modelo para la detección de factores de riesgo y enfermedades adyacentes para la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles-ECNT- (El modelo que le presenta batalla a una de las grandes epidemias de la humanidad).
¿Qué papel juegan la alimentación y el ciclo del sueño en la salud mental?
Y así poder arribar a conclusiones que ayuden a superar el insomnio: y es que realizar una rutina que nos ponga en movimiento, así como tener una alimentación saludable, son una de las tantas herramientas para favorecer la capacidad de dormir con una buena calidad del sueño —no es tan importante la cantidad sino la calidad—  donde el cuerpo se relaja y con ello se logra un beneficio a la salud en general que nos conduce a la obtención de energía para afrontar las actividades cotidianas de nuestro día. Y esto, incluye, que con el insomnio nos volvemos menos resolutivos, empáticos y con menor interés por ayudar al otro, un tema muy sensible en aquellos campos donde son necesarias estas tres cualidades, como por ejemplo, en el sistema de salud.

Cómo la alimentación y el sueño pueden impactar en nuestra salud mental

Según los especialistas japoneses es suficiente una hora diaria de actividad ligera para mejorar la calidad del sueño, aunque otras recomendaciones dicen que entre 30 a 60 minutos diarios y durante 5 días son suficientes; es decir, aunque no observo un consenso definitivo tampoco existen demasiadas discrepancias. La diferencia va estar en la experiencia de cada individuo —siempre acompañado por un entrenador físico y con los controles médicos correspondientes—, así como en la intensidad de la actividad física que puede requerir de descansos más o menos prolongados —de 48 a 72 horas—, dependiendo de si están en sus inicios o en etapas más avanzadas. ¿Qué papel juegan la alimentación y el ciclo del sueño en la salud mental?

En el insomnio, el que incluso ocurre cuando el tiempo y el entorno son los correctos o adecuados para conciliar y mantener el sueño, existen factores que lo favorecen, como por ejemplo, la constante estimulación de los sentidos por el uso de pantallas (celulares y otros elementos), los ruidos y la alta iluminación en las ciudades, los excesivos horarios laborales impuestos por las nuevas formas de trabajo, el estrés, el sedentarismo producto de los nuevos estilos de vida, la disminución de las reuniones sociales y el aumento de las conexiones virtuales, que nos unen aunque, paradójicamente, nos alejan, al privarnos de el afecto de un abrazo, una caricia, un beso, etcétera.

Los investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Avanzada de Japón lograron conclusiones —publicadas en la revista científica Scientific Reports— que derivan en recomendaciones para superar el insomnio, la narcolepsia (es cuando existe una somnolencia extrema durante el día y ataques repentinos de sueño producto de una mala calidad del sueño nocturno) o, incluso, la sensación de cansancio constante durante el día. Para ello, el binomio actividad física vs la conciliación del sueño se sustenta en cambiar los hábitos sedentarios por una rutina de 60 minutos diarios de una actividad física leve o media, la que termina por mejorar la calidad del sueño, especialmente, en las mujeres.

Publicado originalmente en: Mundariario

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