
Cómo una dieta y un sueño saludables pueden mejorar la salud mental
Para los expertos de la Universidad de Cambridge “dormir bien, por la noche, es importante en todas las etapas de la vida, particularmente a medida que envejecemos. Encontrar formas de mejorar el sueño de las personas mayores podría ser crucial para ayudarlas a mantener una buena salud mental. Y así evitar el deterioro cognitivo, en particular para los pacientes con trastornos psiquiátricos y demencias”.

Cómo la alimentación y el sueño pueden impactar en nuestra salud mental
Según los especialistas japoneses es suficiente una hora diaria de actividad ligera para mejorar la calidad del sueño, aunque otras recomendaciones dicen que entre 30 a 60 minutos diarios y durante 5 días son suficientes; es decir, aunque no observo un consenso definitivo tampoco existen demasiadas discrepancias. La diferencia va estar en la experiencia de cada individuo —siempre acompañado por un entrenador físico y con los controles médicos correspondientes—, así como en la intensidad de la actividad física que puede requerir de descansos más o menos prolongados —de 48 a 72 horas—, dependiendo de si están en sus inicios o en etapas más avanzadas. ¿Qué papel juegan la alimentación y el ciclo del sueño en la salud mental?
En el insomnio, el que incluso ocurre cuando el tiempo y el entorno son los correctos o adecuados para conciliar y mantener el sueño, existen factores que lo favorecen, como por ejemplo, la constante estimulación de los sentidos por el uso de pantallas (celulares y otros elementos), los ruidos y la alta iluminación en las ciudades, los excesivos horarios laborales impuestos por las nuevas formas de trabajo, el estrés, el sedentarismo producto de los nuevos estilos de vida, la disminución de las reuniones sociales y el aumento de las conexiones virtuales, que nos unen aunque, paradójicamente, nos alejan, al privarnos de el afecto de un abrazo, una caricia, un beso, etcétera.
Los investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Avanzada de Japón lograron conclusiones —publicadas en la revista científica Scientific Reports— que derivan en recomendaciones para superar el insomnio, la narcolepsia (es cuando existe una somnolencia extrema durante el día y ataques repentinos de sueño producto de una mala calidad del sueño nocturno) o, incluso, la sensación de cansancio constante durante el día. Para ello, el binomio actividad física vs la conciliación del sueño se sustenta en cambiar los hábitos sedentarios por una rutina de 60 minutos diarios de una actividad física leve o media, la que termina por mejorar la calidad del sueño, especialmente, en las mujeres.
Publicado originalmente en: Mundariario